GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

martes, julio 13, 2010

EL QUINCHO BARRILETE.



QUINCHO BARRILETE de Carlos Mejía Godoy.

De la marimba de chavalos de la Tirsa
este tal Quincho se las gana a los demás
con sus diez años no cumplidos todavía
es hombre serio, como pocos en su edad.

Mientras su mama se penquea en la rebusca
Quincho se faja como todo un tayacán
mañana y tarde vende bolis en los buses
para que puedan sus hermanos estudiar.

Que viva Quincho, Quincho Barrilete,
héroe infantil de mi ciudad,
que vivan todos los chavalos de mi tierra,
ejemplo vivo de pobreza y dignidad.

Que viva Quincho, Quincho Barrilete
su nombre, no se olvidará,
porque en las calles, plazas, parques y barriadas
el pueblo lo repetirá.

Joaquín Carmelo viene a ser solo un membrete
que le pusieron en la pila bautismal,
pero su nombre de combate es Barrilete
le cae al pelo, con su personalidad.

Allá en el Open, vive desde el terremoto,
a hacer lechuzas este Quincho es un campeón,
por un chelín, te hace un cometa prodigioso
para ponerle un telegrama al colochón.

El tiempo sigue, incontenible, su camino
y el chavalito que vivió en el Open tres
no volvera a ponerse más pantalon chingo
ni la gorrita con la visera al revés.

Un dia va a enrrollar la cuerda del cometa
y muy feliz mirando al sol se marchará
enfrentará las realidades de su pueblo
y con los pobres de su patria luchará.






Carlos Mejía Godoy rememora:
30 años de Quincho Barrilete.

El tiempo que su esposa Eveling duró en la Central de Policía, ahora “Ajax Delgado”, Carlos Mejía Godoy escribía en una página la canción que el diario “Novedades” de Somoza despreciaría como “cirquera”, y su propio hermano, Chico Luis, no la admitiría como ganadora del Festival OTI de Nicaragua, mientras España la entonaría con todo y aquellos vocablos de un idioma demasiado nicaragüense.

“Quincho Barrilete”, además de ser una canción exitosa y relatar las peripecias de un niño, es una historia que al propio Carlos le daría para escribir un libro. El premio le llegó como anillo al dedo a fines de 1977, cuando los españoles empezaron a darse cuenta de otros acordes, de nuevos músicos y a tararear composiciones jamás escuchadas.

La idea de hacer una canción que se elevara a la cima como un barrilete pudo haber estado en la agenda del compositor desde sus días en Somoto, cuando escuchaba con sumo cuidado los cuentos de un sastre que se hacía llamar Pérez y Pérez. Mientras cortaba sus telas y hacía el paletón, siempre había chavalos alrededor de él, oyendo sus narraciones.

Pérez y Pérez contó la vez que hizo el barrilete más grande del mundo, de que Celestino Quintana le dio 50 yardas de dril del más fuerte; y Moncho Tulunca, el carpintero, botó un cedro inmenso, para las varas. En vez de usar manila o mecate le facilitaron rollos de alambre de púas.


Cuando conoció a Quincho
Siempre la historia le atraía para hacer una canción. Años más tarde, cuando unas damas de Ampronac, una organización de mujeres “ante la problemática nacional”, lo contactaron para ayudarles en una obra social conoció al niño que le inspiraría el tema.

Era hijo de Apolonio Martínez, un hombre que la dictadura había echado preso. Estaba junto a Tomás Borge en la Cárcel Modelo. La desgracia de los hijos de Apolonio se agravó cuando la esposa falleció víctima de un accidente de tránsito.

Mientras los adultos platicaban los detalles del accidente, Carlos miraba que el menor luchaba con su barrilete, buscando los vientos necesarios para elevarlo. Se le iba a cualquier lado, se le quedaba enredado en un árbol, pero él mantenía su empeño en verlo flotar.

El Festival
Peter Vivas, en esos días, le había dicho a Carlos que le habían encargado el montaje del Festival OTI de Nicaragua. El compositor le dio algunas ideas, organizar un buen jurado, bases y demás. Pero entonces no pensaba participar en el mismo.

Para la época, entrado 1977, Carlos ya había viajado a España y, de nuevo en Managua, buscaba cómo retornar a la península. Le urgía el récord de Policía, y en tanto su esposa lo tramitaba el cantautor había elaborado la letra, motivado por la experiencia vivida en el Open Tres, ahora Ciudad Sandino. La música ya la tenía resuelta: una polka de circo.

Cuando llegó su esposa, ahí donde la esperaba, bajo un guácimo, Carlos le dijo: “Voy a participar en el Festival. Pero cuidadito se lo decís a tu mamá. Nadie debe darse cuenta”. Así que el autor mandó a la clandestinidad su nombre y bajo las más rigurosas medidas de seguridad la canción empezó a moverse.

Con Eduardo González ya había hecho algunas presentaciones y hasta participado en festivales centroamericanos. Consideró que era la voz para su canción. Un día lo escuchó en un barrio anunciando una marca de zapatos y lo siguió. Tras preguntarle cómo le iba, aquel le contestó: “Vos sabés que la canción aquí no da para comer”.

Mirá, le dijo, te doy este casete. Es una canción. Vamos a participar en el Festival OTI. Pero a nadie le digás quién es el autor. Ni a tu señora. ¿Cuándo ensayamos? No hay tiempo. Vamos directo. El somocismo tiene copado todo en este país y si se dan cuenta que yo soy el autor me van a bloquear. Vos la vas a inscribir, llevala donde Peter Vivas.
“Julián Pirinola”
Así, en aquel noviembre, Eduardo presentó el tema. Al final de la noche, la canción que representaría a Nicaragua en España se titulaba “Quincho Barrilete”. El jurado, que sólo sabía que “Julián Pirinola” se llamaba el compositor, conforme a las bases del concurso, abrió la plica y se encontró con el nombre del autor: Carlos Mejía Godoy.

Al día siguiente, “Novedades” tituló: “una canción de circo” va a España, pero “después se tiene que tragar esas ocho columnas”. Carlos ya estaba de vuelta en España, donde recibió la llamada de su esposa: “¡No fregués, amorcito, ganamos la OTI!”.

“Era tan secreto esto que ni tu hermano, Chico Luis, sabía. Ahí mismo se arrechó en el teatro. Para él, la ganadora era “Gaviota de alas blancas”, de Fruto Montes”. Era la canción favorita del festival.
“Una canción sin futuro”
Carlos dice que él pensó: “Honestamente, qué futuro puede tener una canción sobre un niño nicaragüense con palabras de Nicaragua. Nadie la va entender en España, comenzando con ‘barrilete’, allá le dicen cometa. ‘Open 3’, los ‘bolis’, allá es bolígrafo. ‘La Rebusca’, ‘marimba de chavalos`, el Telegrama al ‘Colochón’. Era como un tango lleno de argot lunfardo.

Pero lo importante era que en Nicaragua se hubiera puesto en el tapete el problema social que padecían los niños. España era otra cosa. Cuando se da cuenta que ahí estaba nada menos la autora de “La Flor de La Canela”, Chabuca Granda, Carlos como que casi da la vuelta. De hecho, no estaba en el local desde donde la televisora española trasmitiría a Iberoamérica las incidencias del Festival más importante en lengua hispana.

Eduardo González fue llevado a un salón de belleza por Oscar Gómez, un productor clave en el lanzamiento de Los de Palacagüina en el Viejo Continente; le transformaron el cabello, le hicieron un fleco que se le veía “espontáneo”, y recomendó un traje color beige, menos formal que el tono oscuro que llevaba el diriambino. También se le ocurre ir a una escuela con niños cantores, escoge a seis de las mejores voces e improvisa el coro que redondeó la presentación.

El creador estaba en una gira y donde se presentaba, mientras esperaba actuar, en un intermedio, un mesero se les acercó: “¿De dónde sois vosotros? De Paraguay. A ellos les suena igual todo, señala Carlos. “Paraguay, Uruguay, Nicaragua. ¡Ah, joder!, es que estos nombres se me confunde a mí”.

“Yo acabo de oír en la televisión que Paraguay ganó con una canción ‘Pincho Marinero’”. Carlos dice que Quincho no se usa en España, ni barrilete. Entonces el autor se la tararea. “¡Esa, esa, ya la está cantando todo España!”
Pero Carlos, aun incrédulo, esperó hasta el noticiero de televisión y ahí estaba la noticia. Aquella noche celebraría con los presentes en la función, como Carlos lo hará hoy y mañana en la Casa de Los Mejía, celebrando el Día Internacional del Niño con temas como “Juancito Tiradora”, “Piolín” y otras composiciones dedicadas a a los menores.
impreso.elnuevodiario.com.ni

Y la versión más difundida en LA ARGENTINA del grupo INDUSTRIA NACIONAL.



Sobre el GRUPO INDUSTRIA NACIONAL.

Industria Nacional nació el 21 de septiembre de 1969 en Buenos Aires, Argentina, con una canción que marcó toda una época en nuestro país: "Un día de paseo en Santa Fe". El grupo fue uno de los precursores del beat melódico argentino. Sus canciones nunca dejaron de cantarse y siempre siguieron difundiéndose en varios países del mundo.

Contra todas las tendencias "fashion" y los cambios musicales, Industria Nacional siempre conservó su estilo musical. Así durante la década del 70 se grabó "Hurra para la banda de Industria Nacional" un Long Play histórico con arreglos del "Chango" Farías Gomez. Luego vinieron éxitos importantes como " Vamos Dale", " Guatemala que chica tan mala", "Esa chica que me sabe amar" y "El milagro de tus ojos". Finalmente el "superhit": "La tarde que te amé". Este tema arrasó con todos los rankings latinoamericanos (1972). Después vinieron otros discos importantes como "Noche a noche día a día", "Por tí una vez más", "La dueña de mi corazón", "Quisiera tener tu amor", "Por eso somos amigos" y otros temas que asentaron el "estilo Industria" que además gustó en todas las clases sociales. En 1975 otro exitazo: se hizo una remake "onda disco" de "La luna y el toro" el clásico español. Siguiendo las secuelas de ese tema, inmediatamente después se grabó "El relicario". Después llegó "Quincho Barrilete", que inmediatamente se posicionó en los primeros lugares de ventas.
>>> Nota: agrego a la entrada la versión del grupo INDUSTRIA NACIONAL con adaptaciones "a la argentina" de la letra de Carlos Mejía Godoy.
QUINCHO BARRILETE.


Que viva Quincho, Quincho Barrilete,
pequeño crack de mi ciudad

Que vivan todos esos pibes de mi tierra
ejemplo puro de viveza y dignidad

De la barriada de chiquillos picarones
este tal quincho se las gana a los demás
Con sus diez años no cumplidos todavia
es hombre serio como pocos de su edad

Mientras su madre está atareada
en sus que haceres
A los potreros Quincho al fútbol va a jugar

Luego en la tarde vende diarios
en la esquina para que puedan
sus hermanos estudiar

Que viva Quincho, Quincho Barrilete,
pequeño crack de mi ciudad

Que vivan todos esos pibes de mi tierra
ejemplo puro de viveza y dignidad

Que viva Quincho, Quincho Barrilete
su nombre no se olvidará

porque en las calles plazas parque
y barriadas se hicieron hombres de verdad

tiene un zurdazo de potencia inatajable
En la gambeta este quincho es un campeón

Y por dos pesos te fabrica un
barrilete para ponerle un telegrama
a la ilusión

Un día va a enrollar la cuerda
del cometa y muy feliz mirando
al sol se marchará

Enfrentará las realidades de la vida
Y algún domingo en el estado aclamará

Que viva Quincho, Quincho Barrilete,
pequeño crack de mi ciudad

Que vivan todos esos pibes de mi tierra
ejemplo puro de viveza y dignidad

Que viva Quincho, Quincho Barrilete
su nombre no se olvidará

porque en las calles plazas parque
y barriadas se hicieron hombres de verdad .

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